Cómo ser un indagador: segunda parte, decide qué investigar

Como mencionado en nuestro artículo anterior, Holmes es un detective superdotado, cuyo súper poder podemos decir que es la observación y el razonamiento; así es como lo describe su colega John Watson en Un escándalo en Bohemia. A demás, Holmes, es un bohemio que le aborrece todo tipo de convenciones sociales. Decir que es un personaje interesante, digno de ser analizado y discutido a fondo, es poco. Pero, un dato acorde al tema de este artículo, es que a Holmes le atrae muchísimo un tema: la criminología. Su mente se concentra en la búsqueda de pistas, la resolución de problemas y misterios, de modo que puede emplear sus dotes tanto intelectuales como físicos. 

Por lo tanto, el segundo paso para ser un indagador es tener un gran interés por algo y así elegir el tema o situación para investigar. El interés es primordial para tomar la decisión y realizar el trabajo que sigue. Los que sean como Holmes, que aunque conocen acerca de muchos temas, eligen concentrarse en uno en particular, tienen la partida media gana. Los que tengan intereses más abarcadores se les hará esto más difícil.

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Pero no hay porqué alarmarse, para resolver el problema de tener demasiados intereses, se puede realizar una lista de temas de interés y organizarla de mayor a menor interés. Para esta fase de tormenta de ideas, se puede pensar en los pasa tiempos, las noticias leídas, películas o series vistas, experiencias; y así por el estilo, con lo que nos llame la atención. Y si seguimos cultivando el instinto de la curiosidad y tomando apuntes, cada vez tendremos más ideas para explorar. La siguiente tabla sirve como un ejemplo para poder organizar nuestra tormenta de ideas y analizar nuestros motivos de interés.

Lista de intereses

Los motivos de interés son importantes porque aquí es dónde podemos contestar las preguntas: qué, quién, cuándo, cómo, dónde y por qué (QQCCDP), para elegir el tema, mas así enfocar la curiosidad que queremos satisfacer y no desviarnos mucho. Es como trazar un mapa o un bosquejo que nos guiará a nuestro destino poco a poco.

Luego de haber escogido una curiosidad, se puede comenzar a buscar los datos. Para esto se puede empezar utilizando una enciclopedia general de referencia, como Brittanica Online, la cual recomienda The concise St. Martin’s guide to writing. Otra referencia general con la cual me topé, y la cual resalta que publica entradas de fuentes creíbles como Oxford University PressColumbia Encyclopedia, se llama Encyclopedia.com.

Por otro lado, se pueden explorar enciclopedias especializadas que cubren ciertos temas más a fondo, pero pueden ser un poco más difícil de explorar si no nos brinda acceso una institución universitaria o una biblioteca pública. Algunos ejemplos de estas que ofrece el libro son:

  • Enciclopedia de ciencias de cómputos y tecnología;
  • Enciclopedia del cambio climático y calentamiento global;
  • Enciclopedia de derechos humanos

Abarcaremos el tema de la investigación más a fondo en el futuro, por ahora tenemos dos buenos recursos: cultivar la curiosidad y crear una lista de intereses en base a nuestra tormenta de ideas.